Bioseguridad y control de infecciones en estomatología
Llevar un control de infecciones es un asunto primordial en la práctica estomatológica, y para conseguirlo es esencial que los procedimientos, tanto en la consulta como en el laboratorio dental, se lleven a cabo bajo el concepto de bioseguridad. Es decir, se deben tomar todas las medidas necesarias para proteger la salud del paciente y la propia, frente a los riesgos de contraer infección producidos por distintos agentes.
Durante la praxis, ambos -paciente y odontólogo- están expuestos de manera continua a microorganismos, lo que implica el riesgo de contraer infecciones. Recordemos que la transmisión de estas enfermedades puede darse a través de:
- Contacto directo con lesiones, sangre y saliva infectadas, entre otros.
- Contacto directo o indirecto con objetos y material contaminado (transmisiones cruzadas).
- Salpicaduras de sangre o saliva, secreciones nasofaríngeas sobre la piel, mucosa sana o erosionada.
- Contaminación por la producción de aerosoles infectados.
A nivel mundial existe una gran inquietud sobre el posible riesgo de transmisión de enfermedades virales, bacterianas y fúngicas durante la práctica clínica. La mejor opción para evitar la propagación o contagio de las enfermedades es interrumpir su proceso de transmisión. A continuación encontrarás un recordatorio sobre tres aspectos de gran relevancia para conseguir esto:
Globalidad
Este concepto se refiere a considerar a todo paciente como potencialmente infeccioso y a todo fluido corporal como potencialmente contaminante. Hay que aplicar las mismas medidas de protección según el procedimiento y no según el paciente. Es decir, es necesario aplicarlas a toda persona, sin excepción. Se trata de nunca omitir las precauciones estándares, pues hay que prevenir la exposición de la piel y las membranas mucosas en todo momento.
Inmunización
Entre las más importantes medidas de inmunización que debe aplicarse cualquier estomatólogo, estudiante de estomatología, técnico dental y personal auxiliar del estomatólogo, están la doble viral (sarampión+rubéola=SR), y la vacuna contra la hepatitis B, que se puede presentar a través del contacto con sangre en escenarios de atención odontológica y médica.
Barreras físicas de protección para procedimientos clínicos y quirúrgicos
Estas están destinadas a evitar la exposición directa a la sangre y otros fluidos potencialmente contaminantes. Se trata del uso de vestimenta, guantes, cubreboca, protección ocular, babero, gorro y campo para el trabajo operatorio. Y aunque pareciera que está de más mencionarlo, todos estos elementos se deberán utilizar exclusivamente en el área de consulta -incluída y sobre todo, la bata-, y en ningún otro lugar, ya que esto provoca la diseminación de organismos patógenos.
Fuente:
Bioseguridad y control de infecciones en estomatología. (2018). Disponible en: https://www.odontologiaactual.com/bioseguridad-y-control-de-infecciones-en-estomatologia/
Martínez Abreu J. La bioseguridad y el ambiente laboral en estomatología. Rev Méd Electrón [Internet]. 2012 Nov-Dic; 34(6). Disponible en: http://www.revmatanzas.sld.cu/revista%20medica/ano%202012/vol6%202012/tema11.htm