Cómo ayudar a tus pacientes con miedo a ir al dentista
No solo los niños temen acudir al dentista, este es un temor presente también en muchos adultos. Como odontólogo, es importante saber cómo ayudar a las personas que se presentan con miedo a tu consultorio.
¿Por qué la gente le teme al dentista?
Algunos han vivido malas experiencias durante la niñez, o han escuchado historias terribles sobre procedimientos o dentistas insufribles. Otras personas se sienten atemorizadas ante la posibilidad de contraer infecciones o ser lastimados por el dentista mientras trabaja dentro de su boca. Hay individuos que más bien le temen mucho a las inyecciones y preferirían no ir al dentista para no tener que someterse a ellas, mientras que otros sienten miedo de ser maltratados o regañados por el dentista o su equipo de trabajo. Incluso hay para quienes el hecho de que alguien hurgue en sus bocas, representa una invasión a su persona.
A continuación encontrarás algunos consejos para ayudar a estos pacientes atemorizados:
Relájate
Es importante que te encuentres relajado, descansado y alegre en tu lugar de trabajo. Para esto deberás cuidar tu carga de trabajo, tu alimentación, tus horas de sueño y tu motivación interna. Si estás relajado, transmitirás justo eso a tus pacientes.
Crea un vínculo
Es importante que trates de comprender que el paciente siente temor. No subestimes su miedo. Hazle saber que no es tan raro que sienta temor y que el hecho de que se presente a consulta, es un gran paso para vencer ese temor.
Además, date el tiempo para preguntarle a tu paciente sobre sus experiencias previas con el dentista. De este modo, tendrás ideas más claras sobre el por qué de su temor.
Sé claro y abierto
Cuando expliques a tu paciente los procedimientos, sé muy claro: puedes apoyarte de materiales visuales o audiovisuales, así como modelos 3D para esto. Es importante que expliques todos los procedimientos y partes del tratamiento, le des a tu paciente espacio para digerir la información y que juntos resuelvan todas las dudas que se puedan presentar. También, hazle saber al paciente que podrán volver a revisar la información en cualquier parte del proceso y que es importante que este te comunique cualquier duda o incomodidad que sienta, sin vergüenza.
Señal de incomodidad
Entre tu paciente y tú pueden acordar algún gesto que este pueda utilizar para indicarte que está sintiendo incomodidad o dolor durante algún procedimiento. Es importante que lo instruyas para que use esta seña de manera sensata, explicándole qué nivel de incomodidad o dolor puede esperar de cada procedimiento, qué medidas se toman para su confort y cómo puede reconocer cuando un procedimiento está siendo más incómodo o doloroso de lo que se puede esperar.
Finalmente, lo más importante es que tu paciente te perciba como un aliado que lo puede ayudar a vencer exitosamente su temor, y no como su verdugo. La empatía y el vínculo que crees con él serán clave para su permanencia en el tratamiento.
Bibliografía
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Márquez, J. (2004). ¿Por qué se le tiene miedo al dentista?. Revista del Ilustre Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos de España, [en línea] 9, pp.165-174. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/rcoe/v9n2/original3.pdf [10 mar 2018].